¿Es seguro ponerse un "piercing" en el pezón?

Como en alguno de los otros “piercing” de los que hemos hablado en post anteriores, la perforación de los pezones para colocarse un anillo, aro o pendiente no es una costumbre reciente. Se conocen casos de tribus de la Amazonia que utilizan estos complementos como muestra de su rango social pero quizás el caso mas conocido se remonta a la Roma Clásica en la que los soldados de la guardia del Cesar portaban aretes en sus pezones como muestra de hombría y virilidad. Además dotaban a este complemento de un uso práctico, lo usaban para prender las capas de sus uniformes.

Hacia el año 1350, en los reinos de Europa Central se pusieron de moda los vestidos de grandes escotes entre las damas de la Corte. Algunas tenían poco pecho y pezones pequeños y enjutos. La colocación de ““piercing”” en los pezones fue vista por algunas damas como una forma de marcar la protuberancia y aumentar  su tamaño.

Algo parecido ocurriría a finales del siglo XIX. En esta ocasión, aunque hay discrepancias dependiendo de las fuentes, el uso de “piercing” en los pezones se popularizo entre las mujeres europeas con un objetivo estético-erótico. Por un lado les permitía gozar de un ligero aumento de tamaño al tiempo que les producía una excitación constante. Hay referencias de costosas joyas para adornar y complementar estas perforaciones.

En resumidas cuentas, podemos decir que los beneficios de los “piercing” de pezón son los mismos hoy que en la antigüedad. Remarca y agranda los pezones, aumenta la sensibilidad de la zona, en algunos casos refuerza la sexualidad y proporcionan una estimulación constante. Algunas falsas informaciones satanizan el uso de estos complementos a la hora de amamantar bebés. Totalmente falso. Si la perforación está bien realizada no afecta en absoluto a la lactancia. Únicamente y por seguridad es recomendable quitarse el “piercing” cuando se da de mamar para evitar que el bebé pueda tragarse alguna pieza accidentalmente.

Otra leyenda urbana es la que se refiere a lo muy doloroso de esta perforación. La realidad es que cada persona tiene su umbral de dolor y tolerancia al mismo. Para la mujer es menos doloroso ya que se realiza sobre el pezón.  Al hombre se le realiza alrededor de la aureola, por lo que la aguja recorre mayor distancia y a más profundidad, lo que agudiza el dolor.

Al igual que el resto de los “piercing”, la higiene es muy importante. Esta zona no posee mayor riesgo de infección que el resto del cuerpo, requiere los cuidados normales evitando durante las primeras semanas los baños en el mar o en piscinas y en general cualquier actividad que permita la proliferación de bacterias en la zona.   

 

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