¿Cómo elijo unos tacones?

En nuestro anterior post repasábamos algunas directrices para caminar con zapatos de tacón de la forma más natural y elegante posible. Entre las consideraciones que desarrollamos había una, a mi entender tan importante, que vamos a desarrollar hoy. Lo fundamental a la hora de caminar sobre tacones es llevar un calzado adecuado a nuestro pie.

-          La adquisición del calzado el primer reto. Elegir el zapato adecuado es primordial por lo que, en la medida de lo posible, el ahorro no debe ser nuestra principal preocupación. Hemos de comprar a su justo precio. Procurar probarse el calzado en la segunda mitad del día, cuando los pies están ligeramente inflamados. Si nos probamos un zapato y más aun de tacón al poco tiempo de levantarnos, con los pies descansados,  casi con absoluta seguridad, nos oprimirá por la tarde o noche. Cálzate el par completo y prueba a caminar por la tienda, si te rozan o hacen daño descártalos. Esa idea de que el calzado hay que domarlo es arcaica. Ha de ser de tu número pero este puede variar de un fabricante a otro dado que usan hormas diferentes. Además el cuerpo humano está sujeto a cambios y tus pies no son ajenos a estas modificaciones.

Por último a este respecto, un zapato ligeramente más grande podremos utilizarlo si lo complementamos con plantillas, cuñas, almohadillas o taloneras. Si es ligeramente más pequeño no tiene solución.

-          Comentábamos que lo ideal es ir acostumbrándonos a la altura poco a poco. La razón, además de conseguir garbo y naturalidad al andar, es habituar a nuestros músculos y articulaciones a la nueva situación. Fortalecer los tobillos es esencial para evitar lesiones y sentirnos cómodas.

-          Es recomendable empezar con calzado de tacón ancho, de no más de seis centímetros de altura. Si no hemos tenido la oportunidad de desarrollar nuestra nueva habilidad recurriremos al zapato cerrado ya que sujetará mejor nuestro pie que las sandalias. Una buena opción es recurrir a los tacones de cuña que al ir adheridos a toda la suela confieren más estabilidad y comodidad. En algunos modelos las correas que los sujetan al pie y al tobillo otorgan más comodidad y sujeción. Habrás también de elegir tu calzado en función de la temperatura, si hace mucho calor tendrás que contar con que el pie suda y resbala. Además con el calor los pies tienden a hincharse algo más.

-          El último paso, comenzar con los reyes de los zapatos femeninos: los tacones de aguja. Estos suelen superar los ocho centímetros y por la estabilidad ajustada que confiere el tacón son los más difíciles de gobernar, por usar un símil náutico. Cuando te sientas cómoda podrás salir a conquistar la gloria.

-          No tengas reparo en usar complementos que hagan más cómodos tus paseos y además posiblemente evites rozaduras o ampollas. Usar plantillas o almohadillas nos ayuda a adaptar el calzado a nuestros pies.

Ya estás hecha una virtuosa del tacón de vértigo pero recuerda que ahora deberás dar tregua a tus pies tanto como sea posible. Descansarán y evitaras los efectos secundarios que tiene un uso prolongado de este calzado para pies, piernas y columna vertebral, sobre todo en la zona lumbar.

Si lo que deseas es lucir ese modelito tan “in” puedes hacerlo también sentada. Pocas cosas hay tan eróticas para hombres y mujeres como unas piernas cruzadas acabando en un tacón de aguja.

Si por motivos profesionales te ves obligada a usar este tipo de calzado de forma más o menos continuada, te recomiendo que alternes varios modelos con alturas y hormas diferentes. Cambiarás con ello los puntos de apoyo y de roce y aliviaras algo tus pies y la sensación de cansancio. El uso de botas puede contribuir a la sujeción del tobillo y a una mayor comodidad.

Pero como recomendación general evita el uso continuado y prolongado de los tacones de gran altura. Son estéticamente recomendables pero como ocurre con otros placeres, el chocolate por ejemplo, tienen contraindicaciones para tu salud.

A.D.SAIZ

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