Estamos repasando técnicas, materiales y funciones de manera general. Haciendo hincapié en las que consideramos más relevantes o de mayor aplicación y uso. Obviamente dejaremos en el camino muchas de ellas. No perdamos la perspectiva y pensemos que la joyería es un tipo de artesanía que se ha desarrollado desde la edad de piedra por lo que materiales técnicas y acepciones han estado en continua transformación.
Obtener una figura ornamental en relieve partiendo de una plancha de metal se denomina Repujado. En joyería el repujado se realiza principalmente sobre plata y oro, aplicando presión con buriles de diferentes tamaños y formas desde el envés de la pieza. Se ha de usar un “mártir” que permita fijar la pieza a la vez que absorbe parte de la fuerza y evita así una indeseada perforación. Posteriormente se afina el frontal, cara vista, perfilando y perfeccionando los trazos para otorgar más nitidez al trabajo. En muchos casos para finalizar la pieza esta es sometida a un proceso de endurecimiento o bien de relleno de los huecos posteriores a fin de garantizar su durabilidad e impedir su deformación.
El Remachado es un método para unir dos o más piezas de metal. Generalmente consiste en realizar una perforación en las piezas a unir a través de la cual se introduce un remache o roblón, del mismo o de otro material, al que se le da consistencia mediante presión. El remachado se emplea como alternativa a la soldadura y se opta por esta solución cuando se desean uniones con cierta movilidad o cuando la aplicación de calor puede afectar al material empleado.
La técnica por antonomasia para unir dos o más piezas de metal es la Soldadura. La soldadura se produce cuando aplicamos calor para fundir un metal o aleación con un punto de fusión inferior al de las piezas a unir. Al enfriarse las diferentes partes quedan pegadas. Es un sistema de unión conocido desde hace miles de años. Se han encontrado vestigios de soldaduras realizadas en la Edad del Bronce. Las técnicas de soldadura han ido desarrollándose con la propia edad el hombre. Así durante la Edad Media se desarrollo la soldadura de fragua, en el siglo diecinueve se desarrollo el arco eléctrico y ya en el veintese perfecciono el electrodo recubierto de metal y la soldadura por corriente alterna. Actualmente existen infinidad de sistemas de soldadura dependiendo de los metales a soldar, de la resistencia deseada y de la temperatura a la que se realiza.
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