Los “piercing” bajo el labio o en la barbilla se practican prácticamente en los cinco continentes. Actualmente hay varias modalidades de esta perforación con nombres variados dependiendo de la zona en la que se realicen. El llamado Vertical se realiza con una barra curvada a través de la parte superior del labio inferior. Los de Picadura de Víbora consisten en dos “piercing” colocados juntos en cualquier punto alrededor de la boca y el “piercing” Bajo que se coloca más cercano posible a la barbilla. Todos ellos a su vez tienen diferentes variaciones y tamaños.
Este tipo de “piercing” ha sido tradicionalmente usado en diferentes culturas tribales. En las civilizaciones azteca y maya las perforaciones bajo el labio inferior estaban reservadas a los miembros masculinos de las castas superiores, que llevaban hermosos “piercing” (Bezotes, Tembetás o Barbotes) formados de oro puro para asemejar serpientes, oro con piedras insertadas en ellos y joyas de obsidiana o jade. Los nativos norte americanos de la costa del Pacífico y los pueblos inuit del norte de Canadá y Alaska llevaban “piercing” de colmillo de morsa, concha de haliotis, huesos, obsidiana o madera. Entre las tribus de África Central y algunas de América del Sur, la inserción toma tamaños enormes, estirando la piel y tejidos de alrededor del labio para insertar grandes platos de madera o arcilla, que se van cambiando por otros de mayor tamaño cada cierto tiempo. En Brasil, en la aldea Panambizibho, se sigue practicando en la actualidad la ceremonia “Fura labio” en la que los varones santifican su persona y su dedicación a dios con la inserción de “Tembetas”. El encargado de la ceremonia es un médium, generalmente el cacique de la aldea. Este ritual se emplea como eltransito de la adolescencia a la juventud y como muestra de poder.
En las sociedades occidentales contemporáneas, el uso de “piercing” en la barbilla se han convertido en algo tan común y habitual como el de otras inserciones o “piercing”.
Dependiendo de la ubicación exacta, el tiempo aproximado de curación en estas perforaciones es de tres meses. Si no se observan las medidas profilácticas esenciales pueden producirse infecciones. Después de la perforación y hasta la completa cicatrización hay que limpiar la herida a diario con una solución salina, tanto en la zona exterior como con enjuagues bucales.
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