Posiblemente te cueste seguir la moda debido a los continuos cambios a los que se ve sometida por las tendencias naturales o provocadas por la mega industria que vive de ella. Lo que si habrás podido comprobar es que no todas las tendencias se ajustan a todas las mujeres y tampoco a todas las edades y complexiones. Entonces ¿Qué ropa y colores elijo? Vamos a analizarlo. Cada una de nosotras quiere mostrarse atractiva y bella ante los suyos y ante los demás.
La principal cualidad que ha de poseer una mujer a la hora de mostrase atractiva es el estilo. YSL decía “La moda se desvanece el estilo es eterno”. No necesitas tener un cuerpo perfecto, solo necesitas sacarte partido y ser tu misma. Actualmente también, si te lo puedes permitir, tienes asesores o consejeros de moda y complejos programas informáticos con enrevesados algoritmos que eligen por ti el atuendo que más, según ellos, te favorece.
Si retomamos que la cualidad principal que te mostrará bella es el estilo vamos a buscar que es lo que más te favorece y te gusta, acorde con tu personalidad. No debes perder de vista tu complexión y tu edad y ser capaz de aprovechar tus cualidades adaptándolas al paso del tiempo y a los cambios físicos por las que vamos pasando, al menos la mayoría. A los veinte años puedes elegir prácticamente cualquier cosa, puedes tener un punto extravagante que con el paso de los años seguramente no te mostrará como una mujer elegante, excepto si te desenvuelves en el mundillo del entretenimiento. Una mujer madura, cual es la edad de la madurez lo decides tú, ha de mostrar elegancia, clase y moverse dentro de los parámetros de la moda. Ya no eres una adolescente y por lo tanto no debes vestir como tal. Si las mini faldas y pantalones vaqueros azules super ajustados te quedaban como guantes perfectamente ajustados a tus 18 o 20 años, podrían hacerte sentir ridícula a tus cuarenta, cincuenta, sesenta… Ahora, necesitas dedicarle algo más de tiempo a elegir los colores y hechuras.
Siguiendo estas realidades de Perogrullo, lo puedes hacer mejor que las modelos profesionales. Analiza tu cuerpo, busca tus debilidades y fortalezas y disimula unas y refuerza las otras. Siéntete cómoda y no te olvides nunca de en qué ambiente te vas a desenvolver. No vestirás igual para ir a cenar con los amigos que para ir a tu puesto de trabajo en, por ejemplo, una oficina. Los códigos de vestimenta son diferentes.
Atiende a la moda y a las tendencias, sin obsesiones.
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