No podemos asegurar que haya sido la más usada pero posiblemente el anillo haya gozado siempre del estatus de pieza más popular entre las joyas personales. A pesar de su difusión por todo el globo y sus diferentes pobladores y culturas, hoy conocemos que ha habido tres civilizaciones que nunca han usado este complemento, al menos de manera generalizada: asirios, celtas y esquimales. Los investigadores creen que en el caso de los dos primeros la razón estaba  en su carácter belicoso. Era importante no portar ningún elemento al que pudiesen quedar enganchados durante la pelea que pudiera causarles indefensión o heridas. En el caso de los esquimales, la severidad  del clima con las bajas temperaturas podía hacerles sufrir lesiones por quemaduras o falta de riego en las manos.

Anillo Ojo que Todo lo Ve

Tradicionalmente, lo mágico y exotérico ha estado relacionado con el uso de sortijas y anillos. Unido esto a creencias sobre los poderes que algunas piedras poseen han dado lugar a joyas de espectacular belleza y diferentes usos.

En la antigua Roma el uso de los anillos llegó a ser tan sofisticado que su utilización estaba regulada por reglas concretas. Los anillos de bronce podían llevarse en cualquier dedo y en cualquier mano. Sin embargo, si tenían alguna piedra, los romanos eran muy aficionados al ámbar y el jaspe, los hombres solo los podían llevar en la mano izquierda. Los nobles y senadores tenían colecciones que usaban  según los cambios lunares y las estacionalidades. Los finos en verano y los más gruesos en invierno.

Desde el imperio romano y hasta finales del siglo dieciocho, al anillo se le anexaba un sello. Este era utilizado para firmar, marcar y  sellar pergaminos, lacres y posesiones.

En la actualidad su uso está muy extendido y su objeto principal es el de servir de complemento o artículo de moda. No obstante, aún se conserva el uso de algunos anillos que están ligados a episodios vitales o a rangos sociales determinados, como el Anillo Cardenalicio que entrega el Papa como símbolo de pertenencia al Colegio de Cardenales o las Alianzas de Boda que se intercambian los contrayentes al celebrar el matrimonio. Es costumbre que estas lleven grabado un nombre y la fecha del enlace.

Anillo Enamorados con Dos Nombres

Actualmente, en la práctica, en las sociedades occidentalizadas, no hay grandes diferencias en el uso de estos complementos entre hombres y mujeres, si bien aún persisten determinados tics. Uno de ellos es el uso de anillos con gemas. Este tipo de complemento es mayoritariamente utilizado por el sexo femenino. Por lo general, los hombres limitan su uso a sellos y alianzas aunque cada vez más se decantan por anillos personalizados con nombres o iniciales. Pero estas costumbres se van democratizando de forma rápida por lo que no es aventurado pensar que a medio plazo no habrá diferencias a la hora de lucir un anillo. Sea del tipo que sea.

Annabelly

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