Algunas de las preguntas más recurrentes en mi vida profesional han sido, aún hoy lo son, cuál es la diferencia entre el oro de 18 quilates y el de 24 o qué diferencias existen entre los diferentes colores en el oro.
Por todos es conocido que el oro en la naturaleza posee un color dorado. Sin embargo las tendencias de moda y los diseñadores de joyas emplean oro con diferentes aleaciones para obtener el color deseado.
Comenzaré puntualizando que le oro puro, el de 24 quilates, es muy dúctil y maleable por lo que no es empleado para un gran número de joyas dado que resultarían demasiado blandas y deformables para un uso continuado. Esta es la primera razón por la que se le añaden otros metales que confieren al oro resultante, de menor pureza, una mayor fortaleza y durabilidad. Una vez que hemos descubierto que añadirle otros metales a la aleación ofrece un resultado altamente positivo para la joya, porque no aprovechar para darle otro color. Ahí
El más común es el oro blanco. Se puede obtener aleando con él metales como el níquel, la plata o el zinc. La aleación resultante, oro blanco, se mide igual que el resto de las combinaciones con oro, en quilates. De ahí que el “apellido” 24, 18 o 14 quilates nos indicara el contenido de oro puro. Ya sabemos que el puro es de 24K por lo que el de 18k tendrá un contenido del 75% de oro y el de 14 quilates un 58,3 por ciento. Si tomamos como ejemplo el Oro Blanco de catorce quilates, y una de las combinaciones posibles – cada fabricante utiliza una receta diferente-, sería 58,3 de oro puro, 23% de cobre, 11 por ciento de níquel y un 7,7 de zinc.
Actualmente los especialistas en joyería están descartando el níquel en estas aleaciones por ser este un metal que provoca reacciones alérgicas en algunas personas. En estas aleaciones se sustituye este metal por otros con menos carga alergénica como el paladio.
Cuando en la fabricación de joyas utilizamos oro amarillo de 18 o 14 quilates generalmente se están utilizando aleaciones que combinan oro, plata y cobre. El oro amarillo es el único que podemos utilizar en joyería con una pureza de 24 quilates. La razón es obvia, al requerir de otros metales para conseguir la coloración necesariamente ha de bajar la pureza del metal principal, el oro. Si tomamos como ejemplo el Oro Amarillo de catorce quilates, y una de las combinaciones posibles – cada fabricante utiliza una receta diferente-, sería 58,3 de oro puro, 29% de cobre y un 12,7 de plata.
La tercera aleación más popular es el oro rosa u oro rojo. Compuesta por oro amarillo y cobre que aporta el tono rosado a la combinación. El resultante de esta combinación de metales resulta más difícil de trabajar y, a tener en cuenta a la hora de realizar una compra, más complejos de reparar y reacondicionar. También es más delicado de mantener por su alto contenido en cobre. Si tomamos como ejemplo el Oro Rosa de catorce quilates, y una de las combinaciones posibles – cada fabricante utiliza una receta diferente-, sería 58,3 de oro puro, 32% de cobre y un 9,7 de plata.
Espero haber aclarado algunas dudas respecto de los colores y aleaciones del oro de cara a vuestra adquisición de joyas personalizadas.
A.D.SAIZ
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