Fabricar joyas en acero inoxidable conlleva unos procesos de trabajo que difieren levemente del trabajo cuando se emplea plata u oro.
Empezaremos por el inicial, el pulido. Para ello se usan ruedas de pulido y procesos a la cera. Dependiendo de cuál sea el resultado deseado aplicaremos un pulido basto, medio o fino.
Preparar la superficie para su posterior grabado, a la que podríamos denominar moldeado, mediante su exposición a una solución química que elimina la corrosión y forma un efecto de moldeo cóncavo-convexo o hueco efecto agua.
La superficie ya está preparada y, como nuestro objetivo es realizar una joya personalizada, es hora de comenzar con el grabado. Podemos utilizar el método de fresado en el que trasferimos el patrón o modelo mediante un corte mecánico mediante pequeñas cuchillas o fresas. Otra opción es el grabado laser, un proceso de alta eficiencia, bajo costo y no contaminante, mediante el cual podemos grabar textos, caracteres o dibujos con un alto nivel de detalle.
Por último someteremos a la joya a un proceso electrolítico o de galvanoplastia para mejorar el color y acabado de cada pieza. Gracias a este proceso las joyas de acero inoxidable pueden comercializarse en diferentes colores. Con ello obtendremos dos beneficios inmediatos: estética visual y una mayor protección de la pieza.
Cuando nos referimos a las joyas de acero inoxidable englobamos una amplia variedad de productos y complementos. Para sacarles el máximo partido es crucial saber combinarlas.
Tener en cuenta nuestra apariencia, el estilo de la ropa que usamos e incluso el ambiente en el que nos vamos a desenvolver. Conocer algunos trucos para combinarlas jugará un papel crucial en la imagen que proyectemos.
Si vistes una blusa o vestido con cuello en V combinará mejor un collar de acero inoxidable corto. Tu tono de piel hará que destaquen más unos colores o acabados más que otros.
Si usas un colgante grande recurre a cadenas más finas y si lo haces resaltar sobre un fondo oscuro, por ejemplo un top, te aportará un look más refinado.
En verano, que usamos menos tela para cubrirnos, recomiendo el uso de colgantes y collares más finos. Realzara de forma sutil y elegante nuestro cuello y clavículas.
En cuanto a los pendientes de acero inoxidable debes tener en cuenta la forma de tu cara. Si la tienes redonda usa pendientes finos y no muy grandes. Si tu cara es cuadrada usa pendientes con forma circular o redonda y si tu rostro es alargado pendientes pequeños y cortos. Ten en cuenta que el correcto uso de este complemento ayuda a destacar las bondades de tu rostro y a disimular esas pequeñas imperfecciones que todos tenemos.
Resaltaremos nuestro estilo informal con pendientes de mayor tamaño, si usas vestidos cerrados o jerséis de cuello alto los pendientes con pedrería o perlas serán una opción. Si vistes pantalones vaqueros o chaquetas los pendientes de color clásico, plateados o dorados, son una excelente opción.
Para los anillos de acero inoxidable rigen las mismas consideraciones que en el uso de estos cuando son de plata u oro. Podemos apilarlos en un mismo dedo. Dos o tres anillos finos juntos darán más color y llamarán más la atención que uno solo. También podemos usar múltiples anillos de acero inoxidable entre diferentes dedos. En este caso debes tener cuidado y prestar atención al equilibrio de las dos manos. Equilibra el uso de este complemento en ambas manos, no llenes una y dejes la otra desnuda.
Si usas varios anillos de acero inoxidable presta atención a que solo uno de ellos sea el protagonista. Si usas un anillo grueso los demás han de ser acólitos de este.
Definitivamente no hay ningún problema en combinar anillos de plata u oro con anillos de acero inoxidable. De hecho el único condicionante para definir el material es tu elección. Cuando compras joyas personalizadas, has de considerar, como en todo momento en la vida, tu situación financiera y el motivo de la compra.
Las joyas de acero inoxidable tienen la ventaja de una mayor dureza, gran resistencia a la corrosión, un precio más ventajoso y son respetuosas con la piel de quien las lleva.
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