¿Qué joyas regalar en un aniversario? Vigesimoquinto a quincuagésimo.

Terminamos esta entrega sobre que joya regalar en cada aniversario con las más sonadas y por lo general las más difíciles de celebrar. Hay que festejar cada una de ellas como si de la última se tratase, paso a paso. Lo cierto es que por esperanza de vida, en un futuro no muy lejano podríamos asistir a Bodas de Diamante, setenta y cinco años, con mucha más asiduidad de lo que lo hacemos hoy.

Lo realmente importante es qué celebramos este año y disfrutarlo.

Bodas de Plata, vigesimoquinto aniversario. Sobre todo cuando es un aniversario de boda se considera la primera gran celebración. Esta tradición se remonta a la Edad Media en Europa Central, si una pareja lograba rebasar los veinticinco años de casados, la familia y amigos presentaban a la esposa con una corona plata que celebraba el hecho de tan longeva unión. Es aras de mantener la tradición, el regalo entre los cónyuges ha de ser de plata o un metal blanco como el oro o el platino. No existe una pieza de referencia, puede ser desde un colgante o alfiler a un reloj. La fecha merece no escatimar en el gasto.

 

Perlas en el trigésimo aniversario. Las perlas se forman en capas lo que materializa en metáfora ese amor que se ha ido consolidando a lo largo de los años. Capa a capa. La belleza e irisaciones de la perla es similar sea cual sea su origen. Podemos encontrarlas en diferentes colores, del negro al gris pasando por azules y verdes. Como en el tercer aniversario, un collar enfilado, un colgante o un anillo son productos a elegir para las féminas. Para los varones pulseras, gemelos o relojes con incrustaciones de madre perla. Celebremos este jubileo.

En el trigésimo quinto Esmeralda. Es una piedra clásica por lo que repite en la importancia del aniversario con la de los veinte. Sus hermosos matices en colores verdes hacen esta gema ideal para cualquier pieza de joyería. Las esmeraldas se tratan, en algunas ocasiones, con aceites, parafinas y resinas que rellenan fisuras y mejoran la calidad de las piedras. Esta es la ocasión para completar ese regalo de hace quince años, quizás con ese collar que hace juego con aquellos pendientes.

 

En el cuadragésimo, vuelve el Rubí. Es la misma manifestación de amor y pasión que en el decimoquinto, toda una declaración. El rubí y su color rojo saturado es en sí mismo toda una declaración de sentimientos. Al igual que su hermano de origen, el zafiro, procede del  corindón, ha sido y es un clásico en joyería. Actualmente la mayoría son tratados para mejorar la densidad de su calor y podemos encontrarlos en todo tipo de joyas para hombre o mujer.

 Zafiro en el cuadragésimo quinto. Al igual que sucede con el rubí, el hecho de ser una gema clásica hace que se repita en nuestra celebración cuarenta años después. El clásicoes el azul aunque podemos encontrarlo en diferentes colores como el blanco el rosa o el violeta. Se tratan las piedras térmicamente para obtener colores perfectos. Si en el quinto elegimos el azul es el momento de buscar una joya con esta gema en otro color. O quizás no.

 

Quincuagésimo aniversario, Bodas de Oro. A estas alturas cualquier joya es adecuada siempre y cuando su base principal sea el oro. Para él un reloj de oro envuelto en amor puede ser el regalo perfecto. Para ella, ¡el universo es el límite! Todo ello acompañado de un deseo celebrar las “Bodas de Diamante” en el aniversario septuagésimo quinto. Como diría un castizo, “¡ahí es na!”

 A.D.SAIZ

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