¿Gemas, naturales o artificiales?

Desde la prehistoria el hombre ha vivido vinculado al uso del cristal. En un primer momento su uso se dedico a la realización de armas. Para ello se utilizaron materiales como la obsidiana, seudo-mineral de origen volcánico que resultaba fácil de tallar por el tipo de fractura que se obtenía al golpearlo con otros minerales. Esta cualidad les permitía tener herramientas cortantes, duras y fáciles de afilar.  El origen del término cristal proviene del griego crystallos, que es como denominaron los griegos a un tipo de cuarzo, hoy conocido como cristal de roca.

Habrían de pasar bastantes años para que el hombre fuese capaz de fabricar vidrio. Fue en Egipto y Mesopotamia, treinta siglos antes de nuestra era,  donde los primeros elementos ornamentales fabricados en vidrio hicieron su aparición. Posiblemente las primeras cuentas de este material apareciesen de forma casual durante el proceso de elaboración de otros productos como la loza, usada para la realización de ajuares, o bien durante el proceso de fundición de algunos metales. El verdadero desarrollo en la fabricación de estos materiales se produjo durante el último milenio antes de Cristo por parte de los fenicios que fueron los que dieron el empuje al uso del vidrio en las joyas y complementos usándolos como moneda de cambio en sus transacciones comerciales.

Durante esta época, el vidrio se obtenía de la combinación de dióxido de silicio, carbonato cálcico y carbonato sódico o lo que es lo mismo, arena común, piedra caliza y natrón. Calentando estos ingredientes a unos mil grados centígrados y enfriando la “lava” resultante rápidamente se obtenían unos cristales fáciles de separar y tallar. El resultado era bastante basto y solo apto para ser trabajado en frio de forma sencilla. En la mayoría de los casos el producto resultante eran perlas o cristales de aspecto tosco.

Gemas artificiales en joyas4you

A partir de los fenicios, la obtención y desarrollo de nuevas técnicas permitieron a los romanos y griegos conseguir cada vez vidrios más trasparentes y traslúcidos. Estas técnicas fueron extendiéndose por Europa y Asia al tiempo que se dotaba al producto final de colores, mediante la adicción de pigmentos metálicos,  que lo hacían aun más atractivo.

Durante la Edad Media empieza a trabajarse el vidrio con una nueva técnica, el soplete. Esta manera de aplicar calor en puntos concretos y poder ir añadiendo capas permite a los artesanos la elaboración de objetos policromados de muy alta belleza. Durante este periodo el principal cliente para estos complementos fue el clero y el producto final más común, de los que han perdurado hasta nuestros días, fueron los rosarios y sus cuentas. Esta artesanal forma de fabricación alcanzo su máximo apogeo entorno al 1300 d.C. en el Véneto Italiano y más concretamente en la Isla de Murano. También fueron, de hecho lo siguen siendo, mundialmente reconocidos por el uso de estas técnicas  los  realizados en Bohemia (República Checa) y Silesia (Polonia).

En este contexto y a la vista de la belleza de los productos creados en estas factorías, el uso para la joyería se disparo, con la elaboración de cuentas de colores que engarzaban los artesanos de la época.

Ópalo Turquesa en joyas4youÓpalo Turquesa

Fue precisamente el hijo de unos de los artesanos formados en Bohemia, Daniel Swartz, quien después de trabajar durante su infancia en la fábrica de cristal cortado de su padre revolucionaria estas técnicas con la invención y patente de una máquina de corte eléctrico que facilitaría  la producción del cristal.  Daniel cambiaría su apellido por el de Swarovski  y este sería el nombre final de la sociedad fundada por él y dos socios más en 1895. Hoy en día Swarovski es sinónimo de belleza, calidad y alta joyería.

A.D.SAIZ

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