Este material, el acero inoxidable, hace algún tiempo irrumpió en nuestras vidas, ahora lo hace con fuerza en joyería. La razón no es otra que este es un metal barato pero duradero y funcional. El acero inoxidable se puede usar para hacer cualquier tipo de joya, desde pulseras y anillos hasta pendientes, relojes y collares. Actualmente es fácil encontrar colecciones de joyas en acero inoxidable.
Para que efectivamente sea inoxidable este acero ha de tener algo más del diez por ciento de cromo y algo más del uno por ciento de carbono. En su justa proporción se consigue que este metal oxide muy lentamente y sea resistente a la corrosión. Con las variaciones correspondientes en sus múltiples compuestos se puede obtener acero de diferentes calidades. El acero de calidad más empleado en joyería contiene más de un dieciocho por ciento de cromo, algo más del diez por ciento de níquel y una pequeña cantidad de molibdeno. Esta composición dedicada a la joyería tiene su fundamento, no tanto en la propia calidad del acero como en el grado de respeto con la piel de las personas que lo usan. Produce muy pocas intolerancias o alergias en su uso externo.
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Como indicábamos al principio su dureza y fuerte resistencia a la corrosión lo hace óptimo para su uso en joyería. Las joyas de plata y los componentes de sus aleaciones tienden a oxidar, corroerse y a ennegrece la superficie con su uso. El ennegrecido suele ser mayor y más rápido cuanto más pura sea la plata. Sin embargo no importa cuánto tiempo se usen las joyas de acero inoxidable se mantendrán intactas, su superficie no perderá brillo y, por lo tanto, su vida útil será más larga con menos mantenimiento.
El rendimiento de uso respecto de su menor precio hace que este material sea atractivo para las joyas del día a día. La mayoría de nosotros usamos ropa y estilos diferentes todos los días por lo que los accesorios de acero inoxidable satisfacen nuestro el deseo de proyectar un nuevo yo a un coste más bajo.
Las joyas de acero inoxidable son seguras y respetuosas con el medio ambiente además, en sus aleaciones adecuadas, es prácticamente inofensivo para el cuerpo humano. De ahí que cataloguemos los productos diseñados y fabricados en acero inoxidable como joyas porque su adaptabilidad y durabilidad lo alejan de los materiales ya aleaciones usados para la bisutería.
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