El corazón en joyería, simbolismo y significado.

El uso del corazón con carácter romántico es habitual y muy utilizado en diferentes sectores y actividades. Un peluche con esa forma, una tarta de chocolate y fresas con forma de corazón u otras ideas, son formas sugerentes de manifestar nuestro amor y cariño hacia otros. Y no digamos si son fechas señaladas: un aniversario, navidad o el Día de San Valentín.

Pero la más atractiva y deseada para muchas mujeres, y cada vez más hombres, es una joya con esa forma, un corazón. Desde finales del siglo diecisiete el corazón ha sido uno de los motivos más utilizados en joyería. Representan el regalo ideal para ensalzar la amistad, la devoción, el afecto y el amor romántico y eterno.

La forma del corazón, más o menos como la conocemos hoy,  para simbolizar el amor data de finales de la baja edad media. Consiguió popularidad en los siglos XV y XVI y se popularizó en el diseño de joyas a lo largo de los siglos posteriores.

Corazón para enamorados

Ya, en el primer cuarto del siglo pasado,  la relación entre el rey británico Eduardo VIII y Wallis Simpson se forjaba a través de joyas. Una de las piezas que Eduardo le dio a su amada fue un corazón de Cartier, con la inscripción “El corazón tiene sus razones”. Estas razones le llevaron a abdicar por amor y a casarse con su amada. Ella escribiría después una memoria con la famosa frase de título.

Las piedras preciosas que aparecen en los diseños de joyas con corazones añadían un mayor simbolismo y significado a las piezas popularizándose estas combinaciones a lo largo de la época victoriana.

Se compusieron diferentes estilos. Uno de ellos que curvaba la parte inferior del corazón hacia un lado, se utilizaba como un amuleto para protegerse de las brujas y del mal de ojo. Estos diseños han sido replicados y son muy utilizados en la actualidad, ya sin cargas ocultas ni conjuros.

Anillo para enamorados

A finales del dieciocho y principios del siglo diecinueve se pusieron en solfa las que podríamos definir como las primeras joyas personalizadas. Se trataba de joyas acrósticas en las que la primera letra de cada piedra preciosa, que se engarzaba sobre el corazón, componía un nombre, fecha o término afectivo, "Mirada", "Amada" y "Querida". Piezas con una enorme carga romántica.

Pulseras, collares y anillos incluyen corazones entrelazados, con un significado de dependencia en un amor eterno. En su diseño, algunos están atados con un lazo o nudo que simboliza esa unión que no se puede romper. Los corazones colocados juntos en anillos, generalmente acompañados de gemas, se utilizaban en los esponsales en el siglo diecinueve. Cuanto más raras y caras eran las piedras utilizadas más esplendor se auguraba a los esposos. Cada una de estas piezas contenía un significado, los rubíes pasión, los zafiros fidelidad, los diamantes longevidad y las esmeraldas fertilidad y prosperidad. Cuando los corazones estaban bajo una corona simbolizaban “el reinado de la fidelidad” o “el gobierno del corazón”.

Unidos por el corazón

Candados o relicarios en forma de corazón eran una forma de perpetuar la memoria de un ser querido. Durante la segunda mitad del siglo XIX se diseñaron con flores que sugerían recuerdo, amor y fidelidad. Muchas de las piezas elaboradas durante este periodo escondían compartimentos en los que alojar fotos o relicarios llenos de simbolismo para compartir con la persona amada.

Ya en el siglo veinte y hasta la actualidad, el corazón en joyería ha perpetuado su protagonismo como símbolo de amor y deseo. Sus formas y combinaciones se han multiplicado hasta el infinito, desde las más sencillas y estilizadas a las más barrocas y complejas. Todas ellas con un objetivo: ser un mensaje de amor del que las regala.

A.D.SAIZ

Comments (1)

    • Gret C
    • 2023-07-03 21:46:47
    Interesante todo lo planteado en el articulo. Si quieres tener joyas cargadas de significado conoce el árbol de la vida

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