Elegir un vestido rojo es una decisión audaz y entusiasta. Una acción para sobresalir en una noche de fiesta o evento especial. Este sugerente color representa el poder, la fuerza, la energía, el entusiasmo y la pasión de quien lo lleva. A muchas personas les quedará una impresión o recuerdo memorable después de ver a una mujer vestida de rojo.
Antes de nada debes elegir el tono que va bien con tu color de piel y el corte que mejor se adapte a tus características corporales. Una vez hecho esto hay que elegir los complementos, que joyas y de que formas y colores son las más adecuadas. Te damos a continuación algunas ideas al respecto.
El maridaje más habitual es el que se forma entre el color rojo y las joyas doradas y de oro amarillo. Ambos colores se complementan por la calidez y belleza natural apareciendo mucho más atractivos cuando se muestran juntos. No en vano, es una de las combinaciones preferidas de las “celebrities” a la hora de mostrarse en pasarelas y eventos públicos. Si además añadimos al oro del collar, pendientes o pulseras, diamantes o perlas, el brillo te hará ser el centro de atención y objeto de admiración sea donde sea que te encuentres.
Con un vestido de rojo intenso la plata y el oro blanco, aunque color frío, puede otorgar el contraste y nitidez que buscabas. La nitidez y brillo de este metal, hará realzar tu estilo. Obviamente resultará más impactante cuanto más oscuro sea el tono de tu piel. Ni que decir tiene que la alternativa de mayor asequibilidad al oro blanco es la Plata de Ley, metal que es una excelente opción y en la que puedes encontrar joyas personalizadas y diseños espectaculares.
No existe una mejor opción. Usar oro amarillo, oro blanco o plata de ley dependerá exclusivamente de nuestros gustos y de nuestras posibilidades. Es igual lucir una cadena rizada de oro amarillo de catorce o dieciocho quilates, que el anillo de oro blanco con diamantes con el que nuestra pareja formalizó nuestro compromiso que esa pulsera de plata con iniciales que nos regalaron el día de la madre. Solo hemos de tener en cuenta el tono del vestido, el tono de nuestra piel y unas gotitas de buen gusto mezcladas con esencia de sentido común. Con estos ingredientes obtendremos la combinación ganadora.
Por último, aprovecharemos las gemas. Como hemos dicho los diamantes y perlas son muy versátiles a la hora de combinarlos con el rojo. Pero hay otras opciones que pueden resultar espectaculares. La combinación del rojo y negro es muy atractiva, por eso si disponemos de joyas con ónice negro conseguiremos, al lucirlas, destacar. Los toques de color rojo pueden resultar elegantes y llamativas siempre que no se abuse de ellas. Por esta razón si dispones de un collar o anillo con un sugerente rubí, es el momento de lucirlo.
Ya sabes, con un bello y sugerente vestido de color rojo las posibilidades son infinitas. Se creativa y disfruta con tus joyas. La naturalidad aumentará la belleza del conjunto.
Anabely
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