¿Qué joyas atesora una mujer?

El joyero de una mujer es algo que se va completando desde niña. A medida que va creciendo sus gustos se consolidan o varían en función de vivencias, modas o entorno. Aun así, hablaremos a continuación de las joyas básicas que toda mujer añora tener en su joyero con independencia de modas o tendencias.

Este complemento forma parte habitual de nuestro atuendo y apenas le damos importancia. El  reloj de pulsera. Sin embargo, además de informarnos de la hora, es un complemento que resalta y adorna nuestro conjunto. Obviamente existen infinidad de modelos, estilos y precios. Todos ellos, sin distinción, además de su lado práctico aportan un componente estético imprescindible.

Algo tan habitual y cotidianos, unos pendientes de aro, sencillos al mismo tiempo, cuando el pelo los deja a la vista, consiguen aportar un aire juvenil y elegante a la portadora. El tamaño a usar dependerá de las facciones de cada una de nosotras, pero iluminara nuestro rostro.

Los más clásicos y elegantes, los pequeños pendientes. De pala, gancho o botón. En oro o en plata. Redonditos o con una sutil forma de corazón o estrella. Son nuestros abalorios más habituales, los que nos sacan del apuro cuando no sabemos que ponernos.

Unos pendientes con una inicial o nombre, con perlas, diamantes o, simplemente, con un cristal de Swarovski.  Aportan formalidad cuando se lucen. Hacen destacar el conjunto y permiten combinar con otras joyas a las que deseamos dar menor relevancia. La “piedra” la decide cada una en función de su economía y sobre todo sintiéndose cómoda al llevarla.

Anillo Silueta Corazón de Plata

Un collar con gemas de color turquesa. Al igual que con los pendientes la calidad de la gema es lo de menos. Un collar grueso con colores verdes sobre una simple camiseta de color blanco será igual a éxito total. Nos aportara el toque desenfadado y rebelde que esos momentos de libertad nos dan. Son joyas que combinan con atuendos formales e informales de igual manera.

Puedes mostrarte como esa mujer sofisticada que tanto atrae a los hombres, simplemente con un sencillo vestido negro que harás resaltar con un collar en el que se pueda leer tu nombre. Un collar con nombre. El tamaño te lo marcará el escote por lo que es recomendable tener cadenas con diferentes largos para diferentes momentos.

Algún colgante Rock & Pop. Elige colgantes con alegorías. Notas musicales, figuras geométricas, símbolos de otras culturas o caracteres de amor. Combínalos con anillos, pulseras o pendientes con motivos similares. Si además tu ropa es de un corte conservador el resultado será inesperado y rompedor.

Es el complemento rompedor  que la simbología hippie nos dejó, un colgante “vintage”. Dara un toque de informalidad a nuestra persona. Por ejemplo, para tomar una cerveza con nuestras amigas.

Con los mismos motivos que los comentados en los collares, las pulseras o brazaletes forman parte del día a día de cualquier mujer. Por ejemplo, si eres atrevida un complemento especial es el brazalete ancho por encima del codo. Aporta a la mujer que lo lleva un toque étnico y racial.

 Colgante Aguamarina en Plata de Ley

Los anillos, así en plural, es el complemento más difícil de recomendar. Si obviamos los de compromiso o boda, el anillo es por antonomasia la joya más personal de todas. Sellos, nombres, gemas, trenzas, colores, materiales. Cada mujer tiene el suyo o, mejor dicho, los suyos. Combinables hasta donde nuestra imaginación alcance podemos llevar uno o diez. En manos y ahora, también, en pies. En los últimos tiempos se han empezado a usar con cierta asiduidad los anillos para dos dedos.

Como veis son piezas elementales en un joyero femenino. Complementos que ansiamos de calidad y diseño pero, que conforme a nuestra economía, podemos tener a precios más que razonables y asequibles. Hoy una joya no tiene porqué ser sinónimo de lujo, aunque algunas estén muy lejos de las posibilidades de la mayoría de las mortales.

Anabely

 

Comments (1)

    • Julia Navas
    • 2023-07-03 21:46:45
    Vuestros post son interesantes pero en algunas ocasiones, como en este, se quedan un poco cortos. Os animo a desarrollarlos más. En cualquier caso me gustan.

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