Encontrar una bella y única joya, adecuada para el momento, para hacerle un regalo en nuestro aniversario de boda, puede convertirse en una tarea épica de enormes proporciones. No todos los aniversarios son iguales, al menos según la tradición, y cada uno de ellos posee una regla tácita, no escrita, que aconseja una joya determinada.
Cada aniversario, cada año, y casi cada momento es adecuado para hacer una pausa y reflexionar sobre nuestra relación, sobre nosotros. Cuanto y como es de importante para ti, como hemos crecido y cambiado o que nos deparara el futuro inmediato. Ofrecer una joya de regalo es una bonita forma de celebrar que nuestra relación se mantenga firme, que crezca día a día. Sin embargo elegir la joya adecuada no es sencillo.
Cualquier aniversario, el de cualquier año, es apropiado para decirle te quiero con una joya, pero hay algunos aniversarios que son considerados “hitos” y tienen un carácter especial.
Cada aniversario tiene asociado un metal o gema determinados y las configuraciones y permutas entre los diferentes componentes son infinitas para cualquier pieza, pulseras, pendientes, relojes, collares, anillos, broches, etcétera.
Vamos a repasar algunas de las opciones más extendidas en la cultura occidental y que te ayudarán a realizar la elección adecuada, una joya ha de ser para siempre.
El primer aniversario, el año uno, todavía está cerca el recuerdo del día de la boda, todavía brilla en nuestro recuerdo. Brilla como el oro, el material indicado para celebrar esta fecha. Un collar o pendientes para ella, unos gemelos o pulsera para él, son adecuados para inmortalizar el momento. Hazlo más especial personalizando las joyas con su nombre, con unas iniciales, con una dedicatoria o con la fecha.
El azul profundo del zafiro es el clásico para conmemorar el lustro. En el quinto aniversario, lucir esta gema, por ejemplo en un anillo, de color versátil y clásico es fácil tanto para mujeres como para los hombres. Las características de muchas joyas con ajustes de zafiro las hacen fáciles de portar con independencia del ambiente en el que se luzcan, formal o casual.
Al igual que con los anillos de compromiso, hay ciertos aniversarios para los que tradicionalmente los diamantes están indicados. El décimo y sexagésimo aniversarios son los adecuados. Con frecuencia, especialmente en el décimo, es cuando las parejas empiezan a gozar de una estabilidad financiera mayor y de una relación más asentada y fluida. Esta puede ser una de las razones por la que la tradición relaciona el diamante con este aniversario. Pendientes pulseras o gemelos acostumbran a ser los regalos más utilizados.
Su color recuerda el fuego y este aviva la llama de la pareja, quizás por esta razón los rubíes sean la piedra preciosa elegida para el decimoquinto y cuadragésimo aniversario. Simbolizan la pasión y la vitalidad, el rubí es un regalo que va directamente del corazón. Elige un colgante o pulsera para ella o un anillo para él en un espectro de tonos cálidos, rojo oscuro rayando el púrpura.
Veinte años de matrimonio es, sin duda, un hito que debe ser celebrado. Una joya especial para conmemorar el vigésimo aniversario es aquella que incorpora una o varias esmeraldas, que tradicionalmente significan amor eterno y buena salud. Las esmeraldas destacan en pendientes, colgantes y anillos contrastando fuertemente con metales blancos como la plata, el platino o el oro blanco.
Discretas, clásicas y elegantes, las perlas son un elemento versátil y lujoso para una joya con la que celebrar el trigésimo aniversario. Un collar de perlas blancas cultivadas es un regalo tradicional pero podemos considerar opciones más innovadoras y de diseño como un anillo o unos pendientes con perlas cultivadas de color negro. Existen cientos de opciones, colores, formas y calidades de perlas. Los productores en este sector han investigado y avanzado muchísimo en las últimas décadas.
Como el apelativo para este aniversario, bodas de oro, el quincuagésimo, este material es el adecuado, el oro. El oro simboliza la alegría que representa revalidar vuestro compromiso después de cinco décadas. Elije para ella una pulsera de banda o con piedras preciosas, sus favoritas, engarzadas. Para él un reloj con una inscripción que recuerde el momento. Llegado este instante la joya a regalar es un recuerdo. Lo más importante y valioso es lo vivido.
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