Las sorpresas son una excelente forma de trasmitir nuestros sentimientos de amor envueltas en un “papel de regalo” diferente. Si además son impredecibles por el receptor, seguro que convertirás el momento en un recuerdo para toda la vida. Una demostración clara de nuestro desvelo en satisfacer a la otra persona y de conocer su capacidad de sorpresa.
Las sorpresas ¿Por qué son importantes?
Todas las relaciones interpersonales, bien sean nuevas o a lo largo del tiempo, se nutren y complementan con momentos de imprevisibilidad y diversión. Cuando queremos cultivar la relación con nuestra pareja hemos de permanecer vigilantes de los picos de tedio o rutina, que si bien sabemos que son normales, en muchos casos son el comienzo de la asfixia de la relación de pareja.
Si observamos algún signo que nos indique que esta situación se está produciendo, o mejor aún si lo utilizamos como profilaxis antes de que surja, hemos de pensar en formas sencillas y divertidas de espolear y reactivar esos sentimientos de cosquillas en el estómago que todos hemos sentido.
Ofrecer un regalo o dar una sorpresa no tiene por qué ser algo enrevesado, complejo o rebuscado. Muchas veces con un “Te quiero” en el momento adecuado es suficiente. Si además lo adornas escribiéndolo en una tarjeta y dibujándole un corazón, puede convertirse en todo un detalle, por ejemplo, junto al reloj despertador para que lo encuentre al despertar por la mañana. Su sonrisa al leerlo será el premio.
Comportarnos de manera imprevisible, en algunas ocasiones, conseguirá captar la atención de nuestra pareja. No te repitas, varia las acciones que emprendes en cada ocasión. Te propongo algunos ejemplos sencillos para dar una sorpresa:
Aparecer con dos entradas para ese Musical, Partido de Baloncesto, o espectáculo que sabes que le gusta ya la que nunca encontráis la manera de asistir.
Una noche cualquiera, prepara una cena romántica. Con toda la parafernalia del momento, flores, velas, música, luz tenue…. El mimo que dediques en su preparación se multiplicara exponencialmente en su sorpresa.
Cede a sus gustos. Si eres un chico y ella te está pidiendo que te afeites o que te cortes el pelo de una forma determinada, hazlo por ella. Si eres una mujer y él te ha comentado que le gustaría verte morena en vez de rubia, dale el capricho. En cualquier caso coméntale que lo haces por lo mucho amor que le profesas.
Prepárale una fiesta sorpresa, con sus amigos o familia. Regresar a casa cansados después de un día de frenética actividad y ser sorprendido con un recibimiento festivo será una buena sorpresa.
Hazle algún regalo sin motivo aparente. Porque sí, porque te apetece. Unas flores, un libro, una Joya Personalizada, una Joya Alegoría o, simplemente, ese postre que tanto le gusta.
Mantén la vitalidad de tu relación.
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