¿Puedo ser como deseo?

Estamos en pleno periodo estival y, como siempre, queremos y deseamos hacer todas esas cosas que nos motivan, nos llaman la atención o necesitamos cambiar para recuperar el oxígeno necesario para continuar con nuestro día a día finalizado el periodo vacacional.

Llevas mucho tiempo sintiéndote incomoda contigo misma y por cuestiones de trabajo o entorno has adoptado costumbres y maneras con las que no estás satisfecha. En este momento quieres darle un nuevo giro a tu vida y mostrarte como esas mujeres a las que admiras y que son un paradigma de moda y elegancia para todos. Al menos, deseas intentarlo. Verás que no es más que un ejercicio de disciplina, al principio, y sentido común. En este caso el viejo a axioma de “no es lo que eres sino lo que parece que eres” habrá de ser nuestro pensamiento inicial. Si deseas que tu elegancia sea percibida por los demás tienes que pensar que eres elegante y comportarte como tal. No lo dudes, te verán así.

Como has de comenzar por algún lugar, vamos a empezar analizando tu forma de vestir. Lo que te pones a diario o en ocasiones especiales es tu carta de presentación. Lo que los demás ven de ti y la imagen sobre la que desarrollan una primera impresión de cómo eres. Evidentemente si siempre vas con jeans, camisas de corte masculino y calzado deportivo tu apariencia tendrá pocos matices. No te estoy diciendo que si esa es la forma en la que estas cómoda no la uses, lo que te sugiero es que incluyas vestidos bonitos, faldas o pantalones  “de vestir” más a menudo. Intercala el uso de deportivos con zapatos con algo de tacón. Actualiza tu peinado y complementa todo ello con algún accesorio o joya.

Cuida las formas y maneras. La elegancia va de la mano siempre con la educación. Ser una “choni” como las de los programas telebasura de alguna de nuestras cadenas de televisión, en la mayoría de los casos, no te hará parecer elegante ni interesante ante los demás. Como mucho atraerá mas “chonis”. “Saber estar” si te hará interesante y te abrirá puertas. Hablar, participando de las conversaciones es una opción. Callar cuando no se conoce de qué se habla, también. Tus modales de precederán. Es importante que interiorices esta cuestión, tus modales han de acompañarte todo el día y todos los días.

De igual modo has de ser exigente en cuanto a la forma en que los otros te abordan. Evita que se dirijan a ti  con motes o apelativos, sobre todo si te desagradan.  Sin enfados,  pero con firmeza sugiéreles qué prefieres que te llamen por tu nombre.

Lo que soy y lo que quiero

Cuídate. Haz ejercicio con regularidad y vigila tu aspecto general. La cita de las Sátiras de Juvenal  “Mens sana in corpore  sanoes de total aplicación en este caso. La actividad física ayuda enormemente a equilibrarnos emocionalmente. Ojo, sin excesos.

Por último, rodéate e intégrate de lo que admiras. Intenta relacionarte con personas que te parezcan interesantes y elegantes. Las hay en todas partes y en todos los estratos sociales. Lee e interésate por las cuestiones de moda y tendencias. Y sobre todo, disfruta con ello y de tu nueva vida.

Veras con qué facilidad los cambios que te resultaban lejanos, se materializan a tu alrededor. Todos necesitamos de un entorno social en el que encontrarnos a gusto.

Anabely

Comments (1)

    • Leticia Swart
    • 2023-07-03 21:46:42
    Buen artículo. Se nota que está escrito por una mujer por la sensibilidad que desprende. Os animo a seguir en esta linea.

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