Llegados al mundo del diseño, creación o alta costura por distintos caminos y con diferentes formaciones, ecléctica en muchos casos, han conseguido y consiguen que la moda española ocupe un lugar preeminente entre los grandes. Ponen de manifiesto que es posible crear, diseñar y triunfar en ese complejo mundo.
Hablamos de precursores españoles en la moda internacional, de trabajadores incansables, de genios que han elevado, reforzado y cimentado la marca España con su trabajo y creatividad.
Asunción Bastida(1902 – 1995). Esta diseñadora catalana, nacida en Barcelona, fue una innovadora en el mundo de la Alta Costura. Su padre, Alejandro Bastida, tenía una tienda de tejidos donde Asunción se formó de manera autodidacta. A mediados de la década de los veinte, abrió una tienda de punto en el Paseo de Gracia de Barcelona que convertiría en su casa de alta costura hacia 1926. Unos años después, en 1934, abriría tienda en Madrid. Concluida la contienda civil, sería una de las fundadoras de la Cooperativa de Alta Costura, que presidiría Pedro Rodriguez. El objeto de la Cooperativa era dar a conocer los diseños españoles de alta costura, atrayendo a los pudientes clientes de la burguesía de la época que, hasta ese momento, recurrían a Paris para realizar sus encargos. Los prestigiosos miembros de la Cooperativa fueron los primeros en contar con modelos fijas para presentar sus diseños aumentando la popularidad de sus creaciones hasta los años sesenta, cuando alcanzaron su máximo esplendor. Asunción Bastida introdujo en España innovaciones como el uso del algodón en vestidos de calle, de playa o de fiesta o la comercialización en tiendas de complementos deportivos. En 1970 cerró su casa de Alta Costura.
Antonio Cánovas del Castillo del Rey (1908 – 1984). Este madrileño, descendiente del célebre político malagueño del mismo nombre, es conocido dentro de los círculos de la moda simplemente como Antonio Castillo. Como tantos otros, se vio obligado a dejar España al comienzo de la Guerra Civil, exiliándose en París, ciudad en la que desarrolló su talento para el diseño. Comenzó a trabajar en la “Maison de couture rue de la Paix” fundada por Jeanne Paquin y su marido Isidore. Tras la muerte de esta en 1936, Antonio, se haría cargo de la dirección. Su prestigio fue en aumento convirtiéndose en los cincuenta en uno de los creadores de alta costura más populares, junto a Balenciaga, de la capital francesa. Entre sus clientes de la época podemos mencionar a los duques de Windsor, admiradores de sus diseños basados en líneas de hombros naturales, figuras esbeltas y tocados o pequeños sombreros. Casi en la década de los setenta se traslado a Estados Unidos, trabajando en New York y Los Ángeles. En 1971, le concedieron el Oscar al mejor vestuario por su diseño para la película Nicolás y Alejandra, dirigida por Franklin J.Schaffner. Entre los discípulos de Antonio Castillo destaco el que hoy es considerado el número uno de la moda norteamericana Oscar de la Renta.
Ágatha Ruiz de la Prada y Sentmenat (1960) Esta aristócrata madrileña es internacionalmente conocida por sus rompedores diseños con colores vivos y en ocasiones estridentes, formas geométricas y símbolos como nubes, flores o corazones. Ágatha ha sido capaz de crear una identidad única en sus sorprendentes diseños no dejando indiferente a nadie cuando los observa. Con veinte años empezó a trabajar como ayudante del modisto Pepe Rubio. Pocos meses después realizo su primer desfile en el Museo de Arte Contemporáneo de la capital española. Fue una de las activistas más influyentes de la “movida madrileña”. En los últimos años ha diversificado sus creaciones desde ropa para mujer a productos para motoristas. Posee tiendas exclusivas, a través de las cuales distribuye sus productos, en Madrid, Paris, Milán, New York, Barcelona y Oporto estando sus productos presentes en más de ciento cuarenta países.
A.D.Saiz
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